Las mujeres jóvenes tienen un
sentido agudo de lo que conviene hacer y no hacer cuando se deja de ser joven. “No
comprendo, dicen, que después de los cuarenta años alguien pueda teñirse de rubio, exhibirse en bikini o coquetear con los hombres. Yo, cuando tenga esa
edad…” Esa edad llega: y se tiñen de rubio, usan bikinis y sonríen a los
hombres. De la misma manera decretaba yo a los treinta años: “Después de los
cuarenta años, hay que renunciar a cierto tipo de amor”. Detestaba lo que yo
llamaba “los pellejos” y me prometía formalmente poner el mío en su lugar
cuando se le hubiera pasado el momento…” Esto no me había impedido meterme en
un asunto a los treinta y nueve años (refiriéndose a su relación con Nelson Algreen).
Ahora tenía 44 años (esto en 1952), estaba relegada al país de las sombras
pero, como ya he dicho, si mi cuerpo se avenía a ello, mi imaginación no se
resignaba. Cuando se me ofreció la ocasión de renacer una vez más, la tomé.
(Esto último en alusión a su relación con Claude Lanzmann, 17 años menor que
ella, y con el único con quien terminaría viviendo por varios años).
Con este texto se abre la segunda parte del libro “La Fuerza de las Cosas”, de Simone de Beauvoir, en su capítulo sexto. Libro que sería publicado en el año de 1963, al contar Simone con 55 años de edad. Y es un texto a reflexionar, porque, efectivamente, a todos nos pasa, que criticamos estando jóvenes, como si nunca fuéramos a llegar a determinada edad, como si nuestra juventud fuese eterna. Cuando estamos pequeños pensamos que los adolescentes y adultos son "viejos", y cada vez que nos vamos acercando a una edad en la que considerábamos a una persona como "vieja", nuestra percepción cambia completamente, y ahora nos consideramos "todavía jóvenes" y nos sentimos mal, por haberle dicho "vieja" a una persona que no lo era, claro, ahora estamos en esa edad, pero es un círculo, pues ahora los más jóvenes son los que nos juzgaran a nosotros y a nuestros actos, y dirán: yo no haré eso a su edad...el tiempo se encargara de ponerlos en su lugar...
En las Fotos siguientes:
Primer foto: Nelson Algreen, escritor norteamericano, con quien Simone tuviera un tórrido romance.
Segunda foto: Claude Lanzmann, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre.
Tercer foto: Claude Lanzmann, en la actualidad. Tras la muerte de Simone, se quedó con la dirección de la revista le Temps Modernes, revista que fuera fundada por Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre y Merleau-Ponty
En las Fotos siguientes:
Primer foto: Nelson Algreen, escritor norteamericano, con quien Simone tuviera un tórrido romance.
Segunda foto: Claude Lanzmann, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre.
Tercer foto: Claude Lanzmann, en la actualidad. Tras la muerte de Simone, se quedó con la dirección de la revista le Temps Modernes, revista que fuera fundada por Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre y Merleau-Ponty