¿Realmente queda rota una mujer, tras enterarse que tras muchos
años de matrimonio y dos hijas fruto de esa relación, su marido tiene una
amante? Tal vez más joven, más preparada, olvidando que la causa de la falta de
preparación de su esposa fue para apoyar el impulso de la carrera de su marido
y para cuidar de esas dos hijas que le dio, y que tal vez terminen apoyando a
su padre y justificándolo por tener una nueva relación.
"Yo lo amé cuando tenía veintitrés años, un futuro incierto, dificultades. Lo amé sin garantías: renuncié a hacer una carrera yo misma. No lamento nada, por otra parte...
¿Por qué ella? Si por lo menos fuera verdaderamente hermosa, verdaderamente joven, o notablemente inteligente, yo comprendería. Sufriría, pero comprendería. Tiene treinta y ocho años, es agradable y muy superficial. ¿Entonces, por qué? Dije a Marie Lambert: -Estoy segura de que valgo más que ella. Sonrió: -La cuestión no es esa. ¿Dónde está la cuestión? Salvo la novedad y un lindo cuerpo, ¿qué es lo que Noéllie puede dar a Maurice que yo no le dé? Ella dice: -Jamás comprendemos los amores de los otros”.
…Tal vez quede rota la mujer, porque no deja de ser mujer al
fin de cuentas y de creerse, como muchas, que al casarse lo hará para toda la
vida, que su príncipe azul sí existe y la seguirá viendo bella por siempre…el
despertar a la cruda realidad le costará y la hará sentirse efectivamente,
rota, pero después, después le toca reconstruirse, darse cuenta que la vida es
otra cosa, es caerse y levantarse, es entender que somos más fuertes de lo que
creemos, que resistimos más de lo que creíamos y que tenemos la capacidad y la
facultad de volver a empezar…esto y más te hace entender Simone de Beauvoir en
este fascinante libro, la mujer rota…
Enlace al libro:
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